10 bromas para una despedida de soltero desternillantes

Bailar, beber, celebrar, desfasar y, sobre todo, reír. A la hora de decir adiós a la soltería, no pueden faltar paquetes de pañuelos para secar las lágrimas. No solo de la emoción, sino también de la risa. Y la mejor forma de vivir momentos hilarantes que pasen a la historia es, sin duda, poner en práctica las bromas para una despedida de soltero más populares.

En La Gran Despedida hemos recopilado las mejores, incluyendo aquellas más míticas e incorporando algunas más ingeniosas. Con el objetivo de ayudaros a decidir cuáles llevar a cabo y cuáles no, las hemos ordenado de menos a más pesadas.

Al fin y al cabo, es recomendable que tengáis siempre en cuenta la personalidad y el sentido del humor del novio. Aunque es preferible gastarle bromas que no le hagan sentirse humillado (o al menos demasiado), la elección queda en vuestras manos…

De todos modos, la inspiración no tiene límites. Así que echad un vistazo a esta serie de bromas para una despedida de soltero y debatid acerca de cuáles vais a escoger para reíros con el (y del) futuro marido.

1: Este no es mi coche…

La primera de las bromas para una despedida de soltero requiere de mucho tiempo. Y, sobre todo, de muchas manos.

Uno de los participantes se encargará de distraer al novio durante unas horas. Los demás tendréis que adquirir decenas de paquetes de pósits, y procederéis a empapelar por completo el coche de la víctima. No puede quedar ni un centímetro descubierto: ni las ventanillas, ni las ruedas, ni el tubo de escape.

Cuando vuelva, en lugar de su vehículo se encontrará un mar de color amarillo. La sorpresa será mayúscula, y sus esfuerzos por deshacerse de cada uno de los papeles garantizarán las risas.

Si veis que se os echa el tiempo encima, podéis pedir ayuda a las personas que os encontréis paseando por la calle, que os echarán una mano de buena gana. Pero cuidado, ¡no lo hagáis en un sitio con demasiado viento!

2: Los regalos infinitos

¿A quién no le gustaría llegar a su habitación y encontrarla repleta de regalos? En principio, esto parece una buena noticia, ¿no? Pues os aseguramos que al novio no le va a hacer tanta ilusión.

Para la segunda de las bromas para una despedida de soltero tendréis que distraerlo de nuevo o esperar a que vaya a trabajar para, a hurtadillas, colaros en su cuarto con un montón de papel de regalo. A continuación, lo empapelaréis por completo, envolviendo todos y cada uno de los objetos. Almohadas, alfombras, lámparas, sillas, lápices, relojes… Incluso los armarios, el suelo, las paredes y el techo. La mandíbula se le desencajará cuando entre y descubra el panorama, y se pasará bastante tiempo abriendo paquetes cuyo contenido ya conoce.

Si trabajáis con él, podéis marcaros un Jim e imitar la versión que le hizo a Wright en The Office, adaptando esta broma en la oficina y empapelando su mesa, su silla, su ordenador y sus utensilios de papelería. ¡Seguro que ni él ni el resto de compañeros olvidarán nunca este día!

¿Organizamos tu despedida?

3: Una stripper muy refrescante

Uno de los clásicos de todas las despedidas de soltero es, sin duda, contratar una stripper. Pero no hay necesidad de caer en los tópicos. Así que, ¿por qué no le dais un giro de 180 grados?

Compinchaos con una chica guapa para que se vista de manera sugerente y le haga creer al novio que le va a hacer un baile erótico. Para ello, tendrá que atarlo en una silla. Cuando vuestra víctima esté indefensa y no sea capaz de escapar, la falsa stripper os dará paso a vosotros, que irrumpiréis en la escena para atacar al futuro marido con globos de agua helada.

Seguro que el calor le desaparece en un abrir y cerrar de ojos…

4: Despertares intempestivos

Esta es una de las bromas para una despedida de soltero idóneas para aquellos novios que se suelen levantar con el pie izquierdo. Tan solo tendréis que adquirir varios despertadores (cuantos más, mejor) y, nuevamente, sacar a la víctima de su hogar durante un rato con la ayuda de un cómplice.

Programad los despertadores para que vayan sonando a lo largo de la noche. El primero, por ejemplo, puede activarse a las dos de la mañana, y el resto sonará cada media hora. Cuando hayáis acabado, escondedlos en los lugares más recónditos. Debajo de la cama, en el cesto de la ropa sucia, detrás de una maceta, dentro de un cojín, en una caja de cereales… Cuanto más absurdo y difícil de encontrar sea el sitio, mejor.

Cuando el primero de los relojes irrumpa de madrugada con su pitido infernal, dará comienzo una suerte de juego del escondite nocturno que arrastrará al novio hasta la locura, impidiéndole conciliar el sueño durante más de treinta minutos. ¿Y lo mejor? Nunca sabrá cuál es el último.

¡Os aseguramos que va a pasar una noche inolvidable!

5: Cuestión de puntería

Vamos con otra de las bromas para una despedida de soltero. Y esta mola un huevo. Pero necesitáis la colaboración del novio de antemano, así que tendréis que sacar a relucir vuestras dotes de persuasión o prometerle una recompensa.

Acudid a una calle muy concurrida o a una plaza y situad al novio delante de una diana de cartón. A continuación, ofreceréis huevos o platos de nata a los viandantes, que podrán poner a prueba su puntería lanzándoselos. Vuestra víctima quedará hecha un desastre, así que no olvidéis llevar ropa de repuesto para que se pueda cambiar más tarde.

Para aumentar la diversión podéis obligarlo a ponerse un disfraz ridículo. Como una gallina. Le viene que ni pintado a esta prueba. Además, podéis cobrar los huevos a los transeúntes. Si los vendéis a una cantidad pequeña, como cincuenta céntimos, mucha gente se animará, y luego podréis invitar al novio a una ronda con lo que hayáis recaudado.

Seguro que con una copa en la mano tarda menos en perdonaros…

6: Cuando se cierra una puerta…

¿Tenéis un amigo manitas? Entonces no podéis dejar pasar la oportunidad de poner en práctica otra de las bromas para una despedida de soltero más originales. Con algunos ladrillos y algo de cemento, podréis tapiar la puerta del hogar del novio durante la noche.

A la mañana siguiente, cuando quiera salir a la calle, su sorpresa será abismal. Podéis dejarle un martillo para que derribe el muro, facilitándole la tarea. O, si sois más malvados, podéis abandonarlo a su suerte, observando cómo se las ingenia para escapar por sus propios medios. De una forma u otra, ¡las carcajadas están garantizadas!

7: ¿Salto al vacío?

Este es otro de los clásicos que aparece en todas las listas de bromas para una despedida de soltero. La puesta en escena es muy sencilla: basta con vendarle los ojos al futuro marido y subirlo a un coche, diciéndole que le habéis preparado una sorpresa muy especial.

Conducid durante bastante tiempo, con el fin de que piense que estáis yendo a un sitio remoto. Y, cuando por fin paréis el vehículo, decidle que estáis a punto de hacer puénting. Pero realmente no os halláis en lo alto de un puente, sino al borde de una piscina o un muelle.

Para que piense que es verídico podéis colocarle un arnés, crear el efecto el viento con un abanico y llevar a una persona que ejerza el papel de instructor. Pulsad el botón de grabar y disfrutar de los temblores de piernas. Contad hasta tres y captad en vídeo el momento del salto. Si no se atreve, siempre podéis empujarlo).

Cuando se encuentre con el agua tan pronto se va a llevar el susto (o la alegría) de su vida. Y os aseguramos que la grabación de su reacción será oro puro.

8: Para toda la vida

Continuamos con las bromas para una despedida de soltero para los más gamberros. Tras una loca noche de fiesta en la que nubláis el juicio del novio a base de copas y chupitos, durante la vuelta a casa añadís una parada: un estudio de tatuajes.

Os compincharéis con el tatuador para que encienda la máquina mientras vuestra víctima aún está algo consciente, y procederéis a dibujarle un tatuaje falso en una zona bastante visible con el nombre de su ex. Al día siguiente, la resaca le permitirá conservar un vago recuerdo del final de la noche. Seguro que se queda pálido cuando descubre que no ha sido un sueño.

Tendréis que hacer uso de vuestras dotes interpretativas para que no dude que es real e, incluso, podréis decirle que su prometida está a punto de llegar. Igual lo que es para toda la vida ya no es la boda, sino el tatuaje…

9: Un pequeño secuestro y a continuar

Si el novio sufre de problemas cardíacos, andaos con ojo, pues la penúltima de las bromas para una despedida de soltero puede que no sea apta para él.

Juntaos tres o cuatro amigos, completamente vestidos de negro y cubiertos con capuchas para que no se os reconozca, y esperad a que el novio salga del trabajo. Cuando esté caminando por una calle poco concurrida, rodeadlo e inmovilizadlo, introduciéndolo a la fuerza en una furgoneta.

Colocadle bridas en las manos y tapadle la boca para darle más realismo al secuestro. Seguro que se lleva un susto de muerte. Pero, ¿a quién no le gustan las experiencias inmersivas?

Esto puede servir como punto de partida a una tarde repleta de actividades. Una vez lleguéis a vuestro destino, podéis desvelar vuestras identidades y dejar que respire aliviado. Aunque os guardará rencor durante unos minutos, podéis aprovechar para hacer actividades divertidas como una gymkana, paintball o rafting. El mal cuerpo le desaparecerá en segundos.

10: Próxima parada…

Llegamos por fin a la última de las bromas para una despedida de soltero. Una broma que a algunas personas les podría parecer muy pesada, así que cercioraos de que vuestra víctima se la va a tomar bien.

Después de una noche de fiesta y desenfreno, llevaréis al novio a una estación de trenes o autobuses. Allí compraréis un billete a una ciudad aleatoria, y lo abandonaréis durmiendo en el fondo del vagón. Si queréis una versión todavía más extrema, podéis dejarlo sin móvil o sin cartera.

Cuando se despierte, podría estar en la otra punta de la comunidad o, incluso, de España. Y se las tendrá que arreglar por sus propios medios para regresar a su ciudad natal. Pero os dejamos una variante muy atractiva: acompañadlo en otro vagón y, tras el susto inicial, aprovechad el viaje para iniciar el segundo round de la despedida de soltero en León, Gijón o Málaga. Y si os decantáis por la última ciudad, podéis echar un vistazo a este ránking random de las despedidas de soltero todo incluido en Málaga.

Una experiencia que, desde luego, no olvidará en su vida.

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